La comunidad gitana o Pueblo Rom es un grupo étnico que llegó a América
Latina desde el tiempo de la Colonia. Hoy, aproximadamente 4.830 de ellos están
radicados en varias ciudades de Colombia.
Todavía se visten con faldas largas, muchos colores, collares y aretes; y
aunque aun conservan gran parte de sus costumbres, muchas cosas en el estilo de
vida de los gitanos ha cambiado.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, el 94%
de la población Rom reside en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Valle del
Cauca, Norte de Santander, Santander, Nariño y Bogotá; estos también son los
departamentos a los que pertenecen las ciudades en donde se encuentras ubicadas
las principales Kumpanias: Barranquilla, Cartagena, Cali, Cúcuta, Girón e
Ipiales.
Las Kumpanias son los diferentes clanes que ellos forman como unidades
comunitarias de residencia y circulación. En Colombia, las Kumpanias se asientan
en un barrio o se dispersan por familias en las viviendas de los demás
habitantes manteniendo vínculos con las demás kumpanias.
Actualmente, algunas de estos clanes que hay en Colombia son los Bolochoc,
que son la mayoría, los Boyhas, los Churon, los Mijhaís, los Jhanes, los
Langosesti y los Bimbay.
Aunque los gitanos ya no son un pueblo totalmente nómada, tampoco se ubican
en un lugar específico: su única patria es el mundo, así es que cuando el
trabajo se acaba en un lugar, recogen sus cosas y se van a otro donde puedan
ocuparse.
Sin embargo, esto ya no es tan frecuente, pues hay otros factores externos en
que pensar que les impiden ir de pueblo en pueblo, por eso actualmente son
considerados como un pueblo seminómada, pues estar cambiando de lugar de
residencian ya no tiene tanta prioridad en sus vidas como antes, hoy tienen
cosas más importantes en que pensar como la educación, seguridad social, el
empleo y el reconocimiento social por parte del gobierno.
Por otra parte, para los Rom ya no es tan fácil ser nómadas como sus
antepasados porque ahora hay una serie de reglas que ellos saben deben respetar.
Además, su situación económica no se los permite. Sin embargo, cuando pueden no
lo piensan dos veces, se van a visitar otras partes, pues ellos dicen que el
mundo es para conocerlo.
Aun así, los gitanos tratan de conservar sus costumbres y transmitir de
generación en generación su idioma el romaní o romanes, como también su
habilidad en los oficios como en las artesanías para los hombres¿cobre y acero¿,
y la quiromancia en las mujeres.
Origen común, historia compartida
Lucero Lombana y Luz Helena Gómez, son dos mujeres radicadas en Bogotá que a
simple vista dejan al descubierto que son gitanas. Vestidas con faldas largas,
colores vivos y aretes muy grandes, comparten una belleza particular y muy
similar.
Tal vez, así mismo como se comparten una historia y un estilo de vida,
comparten una belleza característica de las mujeres de esta raza. Tienen el pelo
largo, sus rasgos son muy parecidos, además ellas mismas reconocen que aun en la
forma de caminar son parecidas; dicen que a simple vista ellas reconocen a otros
gitanos.
"¿Se va a hacer leer la mano?"
Esta es la pregunta que siempre hacen las mujeres gitanas, es su forma de
trabajo y, sin importar el lugar, ellas siguen practicando este oficio, pues es
una tradición que les enseñan desde que están niñas. Sin embargo, este es uno de
los factores que más les ha traído problemas, la policía siempre las persigue
por causa de su trabajo y muchas personas las rechazan.
De todas formas ellas, no todas, siguen practicando la quiromancia, además,
hoy en día todavía les genera ganancias, pues dicen "a la gente le gusta, muchas
personas se hacen leer la mano".
Es por eso que hoy le reclaman al gobierno protección en sus derechos como
grupo étnico, y por lo tanto en su forma de ganarse la vida.
Pero a pesar de los muchos esfuerzos que han hecho porque esta tradición se
mantenga, una buena parte de las mujeres Rom ya no practican la quiromancia,
pues aunque su religión es la libertad, algunas llegaron a iglesias cristianas
en las que de repente su manera de pensar respecto a la lectura de la mano
cambió y entonces decidieron dejar de hacerlo.
Esto no quiere decir que las que lo practican no crean en un único Dios; sin
embargo, su religión es la libertad y su propia ley es la Kriss romaní, en la
que ellos mismos resuelven sus problemas por sus propios medios.
Virgen hasta el matrimonio
Esta es una de las tradiciones más importantes y respetables del Pueblo Rom.
Las mujeres se casan muy jóvenes, aproximadamente a los quince años. Deben
llegar vírgenes al matrimonio, o si no, no se casan de blanco. Solo pueden tener
como novio al que luego será su esposo, y esto es algo que deben respetar, pues
luego de que se lleva a cabo la boda ellas deben dar un voto de pureza por el
cual el padre de la novia celebra una fiesta; así que no llegar vírgenes al
matrimonio seria una deshonra publica ante toda la comunidad.
Las niñas no salen a fiestas, solamente a las que se realizan dentro de la
comunidad que son muy tradicionales, con su música, sus platos especiales, sus
bailes y sus trajes más bonitos, es decir, con las sedas de los colores más
vivos, aretes grandes y algún adorno en la cabeza.
Si bien los gitanos tienen un especial sentido de la estética tanto física
como artística, sus fiestas son la mejor ocasión para apreciarlo, sin embargo,
los colores vivos y los adornos llamativos solo los usan las mujeres; los
hombres gitanos pueden pasar desapercibidos entre la multitud, pues ya no se
visten como antes, ahora andan como la gente del común, y en algunos casos, por
ejemplo en los de mayor edad, de saco y corbata.
Complejas relaciones con los 'gadyie'
Para los gitanos las relaciones con los gadyie (personas no gitanas) están
mediadas por un complejo sistema, por esta razón, acercarse a ellos para conocer
información sobre sus formas de vida es algo complicado.
Ellos no están interesados en ser reconocidos públicamente, lo que buscan es
ser reconocidos como ciudadanos con iguales derechos como todos, y además ser
aceptados como un grupo étnico, con diferencias muy marcadas en sus formas de
vida, pero al fin y al cabo habitantes de una ciudad civilizada en la que deben
contar con el derecho a acceder a las políticas públicas colectivas.
Ellos tratan de mantenerse al margen en el trato con los gadyie, son muy
prevenidos, y con razón, pues muchas personas aún hablan mal de los gitanos y
tildan a las mujeres de brujas por la lectura de la mano.
Como consecuencia de que los gitanos no tienen acceso a muchas oportunidades
del distrito, por su condición económica o por el no reconocimiento como
ciudadanos normales, la educación ha sido un poco nómada, los niños y niñas
estudian muy poco, mas o menos hasta quinto de primaria, luego aprenden sus
oficios tradicionales, o a ayudar en la casa, en el caso de las niñas y así
irlas preparando para ser esposas, madres y amas de casa desde muy temprana
edad.
Aunque muchos gitanos que residen en el país son colombianos de nacimiento,
ellos cuentan con su propio Himno Nacional del Pueblo Rom, pues de esta forman
queda demostrado su idea de origen común y de historia compartida, en la que
fundamentan muchas de sus formas de vida.
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